Con la premisa de poder disfrutar de esta segunda residencia tanto en verano como en invierno, los esfuerzos de esta reforma a primera línea de la Costa Brava se han centrado en recuperar la relación de los espacios de estar con el mar, y mejorar las condiciones térmicas y de confort de todas las estàncies. Se han eliminado particiones estériles de la planta baja, convirtiendo cocina, estar y comedor en un único espacio volcado hacia el mar, y se ha mejorado la envolupante aislando todas las fachadas, y colocando carpinterías de madera de alta eficiencia. La casa se calienta únicamente con una chimenea estanca, y una estufa de biomassa –pellets-. El frescor en verano lo proporciona la ventilación cruzada, potenciada por la descompartimentación de la planta baja, y unos ventiladores de techo de bajo consumo en las habitaciones.
El resultado es una casa para todas las estaciones, un refugio contra los elementos del invierno –viento y frío-, y contra los ambientes bochornosos y calorosos del verano.