Situada en Sant Julià de Vilatorta, Cal Fusterpuig es una vivienda entre crugías que necesitaba una renovación. La planta baja tenía espacios con poca luz natural, y existían rincones en desuso. En la planta superior, era necesario añadir dos baños completos.
La estrategia del proyecto pasa por redistribuir completamente la planta baja, para convertir los espacios originales en espacios luminosos y confortables. Se desplaza la cocina al la zona de acceso, dando uso a una estancia previamente vacía, y se agujerean y derriban tabiques y paredes para relacionar visualmente las piezas de sala de estar, comedor y cocina. El resultado es un espacio amplio y continuo de planta baja, que disfruta de buena iluminación en todos sus rincones.
A la planta primera, se añaden dos baños completos, pensados como dos grandes muebles de madera ligeros dentro de una casa de piedra.
Se mejora también la envolupante, aislando fachadas, y renovando las viejas ventanas por nuevas hojas más eficientes. Se mantienen las fuentes de calefacción existentes, que consistían en una estufa de pellets, y un sistema de aerotérmia con radiadores de baja temperatura.